Diez hectáreas en Sierra Chincua fueron taladas ilegalmente en 2015. Preocupados por la situación, Isabel Ramírez, Pablo Jaramillo y sus colegas de MBF prepararon un mapa de zonas del área deforestada, señalando cuatro zonas que deberían rehabilitarse en función de la gravedad del daño creado por la tala ilegal. Posteriormente, formaron parte del grupo multidisciplinario de investigadores, autoridades gubernamentales y partes interesadas que se reunieron con el personal superior de la Reserva para determinar la mejor respuesta correctiva. Se reunió un equipo para plantar oyamel y plántulas de pino al azar para parecerse al bosque. Para obtener una descripción detallada de todas las actividades de siembra, haga clic aquí (texto en inglés). Finalmente, el área de 10 hectáreas que fue talada ilegalmente fue reforestada y cercada para protegerla del pastoreo de ganado. MBF agradece a Felipe Martínez por su apoyo durante las actividades de planificación de la restauración y su implementación.